Así que después de un par de fracasos en la cría de gould y de lo sociables y protectores que parecían los mandarines decidimos pasarles los huevos de los gould a los mandarines. Huevos de mandarines y gould juntos
Nacieron primero dos diamantes de gould, que los mandarines criaron como si fueran suyos. Con sus puntitos brillantes en el pico.
Pero uno de ellos no salió adelante, y se quedó un solo diamante de gould.
Y después nació un mandarín, con plumón desde el primer día.




























